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Los nuevos cazadores del arca perdida

Actualizado: 22 ago 2020

Autor: Guillermo Beguerisse Hormaechea


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Que bien que regresaste. ¿Has notado la extraña belleza de los íconos del cristianismo ortodoxo? Parecen atemporales, ¿no lo crees? Quédate para conocer como esta religión repleta de antiguos ritos aún es fuente de inspiración para interpretaciones artísticas inimaginadas.


Este ícono anónimo representa a Siluan de Athos, un santo de la iglesia ortodoxa. Ferviente asceta, se cree que recibió la gracia de la oración incesante y vio a Cristo en una visión. Aunque era analfabeta, era buscado por sus sabios consejos. Sus enseñanzas fueron recopiladas por su discípulo. Una de ellas es esta: "Adán, padre de toda la humanidad, en el paraíso conocía la dulzura del amor de Dios; y así, por su pecado, fue expulsado del jardín del Edén y enviudó del amor de Dios, sufrió gravemente y se lamentó de un poderoso gemido. Y todo el desierto sonó con sus lamentaciones ".


Esta frase es retomada por el compositor contemporáneo Arvo Pärt. Nacido en Estonia en 1935, adoptó el cristianismo ortodoxo en su madurez y, desde finales de los setentas, ha compuesto música minimalista usando una técnica que él mismo creó llamada tintinnabuli. Por medio de esta técnica compositiva, que remite a las campanas, creó entorno a la enseñanza de Siluan la obra coral Aadama itk (“El lamento de Adán”). En ella, por medio de la tintinabulación, presenta ambas realidades del humano personificado en Adán buscando la alianza con Yahveh: dolor-consuelo, caída-redención, muerte-vida, profano-sagrado.


De la misma manera, la iglesia ortodoxa mantiene esta noción de la realidad por medio de distintos símbolos. Uno de ellos es el Iconostasio: una pared de iconos y pinturas religiosas, que separa dentro de una iglesia la nave del santuario. La función del iconostasio se remite al judaísmo y al diseño del gran Templo de Jerusalén. La parte más sagrada e interna era donde se guardaba el Arca de la Alianza. Esta parte, el Sanctasanctórum, estaba separada por un velo y sólo se le permitía la entrada al Sumo Sacerdote. Con el paso del tiempo y la evolución del cristianismo, en la tradición ortodoxa oriental sólo algunos preparados pueden entrar en la porción del altar detrás del iconostasio.


Sobre esta concepción de sagrado-profano recientemente se estrenó la película “The Lighthouse” del director Robert Eggers. En ella dos hombres aparentemente normales van a trabajar como fareros en una remota isla de Nueva Inglaterra y gradualmente se vuelven locos. Dentro de las múltiples líneas de lectura, referencias a mitos griegos y variados significados simbólicos de ciertos elementos alrededor del faro, encontramos la misma luz. El farero más viejo, Thomas Wake (Willem Dafoe) prohíbe determinante al joven y novato, Ephraim Winslow (Robert Pattinson), entrar al cuarto donde está la lámpara. Conforme avanza la película, Ephraim comienza a cuestionar la autoridad de Thomas y, tras varios sucesos, logra imponerse hacia el final. La película termina con Thomas entrando al cuarto prohibido y recibiendo la luz de frente con una expresión de placer que se trasmuta en genuino terror, tan sólo para caer violentamente por las escaleras del faro. La última escena, en una clara referencia al mito de Prometeo, muestra al joven sobre las rocas de la isla con sus entrañas siendo devoradas por las gaviotas.


The Lighthouse” nos muestra esta concepción de un lugar sagrado destinado a sólo algunos preparados, Sanctasanctórum, y al igual que la música de Arvo Pärt nos habla de relaciones naturales, siendo sagrado y profano, joven y viejo, ignorancia y experiencia junto con vida y muerte las más evidentes.


¿Crees que el rescate de inseguridades espirituales en artistas contemporáneos como Pärt o Eggers nos habla de dudas que existen congénitas en el ser humano? ¿O, por su parte, la realidad nihilista y materialista que se extiende en la posmodernidad motiva a los sensibles a buscar en tradiciones pasadas las respuestas que no parecen encontrar en esta era? ¿Seguiremos buscando el Arca de la Alianza?


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Cartel de “The Lighthouse” (izquierda) y fotografía de Arvo Pärt (derecha).


Aprende más:
  • Adam’s Lament – Arvo Pärt:

· Amazon Music: https://cutt.ly/qriSHKk

  • The Lighhouse – Robert Eggers


Fuentes:


 



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